Mi inspiración y entusiasmo para pensar en nuevos temas para los post se ha ido. Será cosa de la desgana que me produce pasar otro mesecito de Agosto (y van 5) intentando estudiar mas que estudiando y temiendo la llegada del mes de Septiembre.
En fin, como enlazar vídeos del youtube no requiere esfuerzo, aquí dejo uno de mis videoclips favoritos:
“Sometimes” o la triste historia de un osito de peluche incomprendido de “Les Rythmes Digitales”
Se hizo esperar (¿Por quién?) , pero por fin está aquí la crónica/acrítica del conciertazo de Björk en las Ventas el pasado Miércoles 18 de Julio.
Aviso que Björk Guðmundsdóttir es una de mis debilidades favoritas. Su voz y su sonido, tan moderno y maquinal como sensible y orgánico, me atrapó cuando conocí Homogenic, así que cuando supe que mis vacaciones se disolvían y que seguiría en Madrid el día D me propuse ir, y con una entrada convencí fácilmente a mi hermanita para que me acompañara.
Necesitaba un apoyo, un motivo para seguir pensando que en el fondo un un poco de dinero sí que da un poco de felicidad, que estudiar, trabajar, que te paguen y todo eso vale de algo. La iglesia recomendaba ayuno y oración para paliar estas crisis de fé. El capitalismo recomienda comprar, así que me di un capricho. Vivan los posesivos: Me di mi primer “gran” capricho con mi dinero.
El auto-regalo se llama Soundsticks II, lo fabrica Harman Kardon y son los altavoces mas bonitos del mundo.
Sacando de la caja el precioso subwoofer translúcido las yemas de los dedos me vibraban tan sólo de imaginar montones de Watios de bajas frecuencias atravesando mi cuerpo. Puse el subwoofer en el suelo y después los dos alargados arrays de 4 altavocitos -los sticks- sobre la mesa.
Plug, &
Play …
Y en ese momento, mientras la música golpea desde todos los frentes envolviéndote los huesos en un saco de poros te preguntas cómo demonios habías podido vivir escuchando música con otros altavoces.
Los blanquitos no sabemos bailar, esto es un hecho biológico. Hasta la llegada de la música electrónica no tuvimos forma de agitarnos frenéticamente en público puesto que nos es imposible mover nuestras anquilosadas caderas arias con un mínimo de gracia. Sin embargo, con esta lección magistral hasta un bielorruso podrá bailar de la única forma decente posible: como James Brown
¿Eres suficientemente funky para aprender el baile del pollo funky?
Este post era para probar el videoposting de youtube: Fracaso total, lo he pegado directamente…
Queda inaugurado este blog. En la sección about se encuentra una exaustiva descripción, conforme vaya teniendo tiempo ire atando unos hilillos sueltos que me quedan.