Malmö no es una ciudad monumental preciosa ni te atrapa cuando llegas, especialmente si llegas en un otoño oscuro y especialmente si te gustan las ciudades grandes y bulliciosas. Como una buena amistad, se tarda un tiempo en conocer la ciudad, lo que en ella pasa y el espíritu que la moldea.

Los malmeños se regodean de ser unos ciudadanos con poco estrés. La gente habla con cierta sorna de lo estirados que son los de Estocolmo y lo rápido que van siempre. Aquí la vida en bici de arriba abajo, los cafés, los paseos, el mar y las charlas marcan el día a día. Con sus 300000 habitantes, casi todo está a no mas de 20-30 minutos y el trato diario no es nada impersonal, es fácil ver caras conocidas por la calle y por los sitios que uno frecuenta.

Malmö es también una ciudad con identidad propia. Una ciudad de clase trabajadora que entró en decadencia en los años 80, que lucha por reinventarse, y, esto me encanta, es una ciudad que sabe a donde quiere ir. La planificación urbana, el apoyo a las nuevas empresas o la apuesta por la sostenibilidad son trozos de una estrategia que está transformando una ciudad que vivía de hacer barcos a una ciudad verde y del conocimiento.

Es llamativo ver la cantidad de eventos culturales y empresariales que se organizan, y no solo desde arriba. Colectivos y particulares suelen ser los que comienzan la iniciativa y luego reciben el apoyo del gobierno de la ciudad. Algunos ejemplos de cosas guays de Malmö:
(google translator funciona mas o menos bien del sueco al inglés, no muy bien del sueco al Español)

• Full-pull: Un festival de arte sonoro de dos semanas de duración
• Selfmade: Una plataforma para gente que quiere poner en marcha proyectos (no sólo empresariales) Se les presentan ideas, se juzgan y si son seleccionadas reciben ayuda técnica para gestionar el proyecto.
• Inkonst: Un club-centro cultural con una programación muy variada y que depende del ayuntamiento: Puedes encontrar desde Djs de dubstep londinense hasta fiestas de adolescentes locales.
• Music doc: Un festival de documentales musicales en el que este año podías ver una pelicula de Björk mientras tomabas picnic en un barco navegando por los canales o un documental sobre Detroit en los jardines del castillo durante la noche o documentales locales tomando un brunch a base de tartas y waffles.
• Minc: Minc es Malmö Incubator. Un edificio bastante grande en el puerto donde decenas de pequeñas empresas crecen y hacen contactos. Algo que me llama la atención es la cercanía que existe entre las empresas aquí, no solo las de Minc: Hay muchos eventos para hacer networking o colaborar juntas en proyectos. Desde fuera me da la impresión de que existe un fuerte interés común en potenciarse unas a otras. Para mi es chocante acudir a un MobileMonday en frente de la universidad y a 15 minutos de casa con gente que trabaja donde se inventó el Bluetooth u otros que hacen interfaces móviles para teléfonos de todo el mundo.
• Mollevangsfestivalen: En oposición al Malmö festival que es muy masivo, este es un pequeño festival que organiza la propia gente del barrio mas multicultural y vivo de Malmö. Sofás en las calles, y músicos en todas las esquinas. Una delicia en pleno verano.
• Stapelbäddsparken: Un proyecto de varias asociaciones que el ayuntamiento financia (pero no decide). Construyeron un famoso parque de skateboard que ahora gestionan y están terminando las obras de un centro en el que se incluye un FabLab, zonas de exhibición, zonas verdes y mil cosas mas. Proyecto ecléctico total.
• La universidad en lugar de encerrarse en si misma parece que intenta integrarse con la ciudad y funcionar apoyando muchas de estas cosas, especialmente con el recién abierto grupo de MEDEA, donde investigan en la frontera entre diseño de interacción, diseño para la innovación social o para el desarrollo sostenible involucrando a cuantos actores se dejan.

Además Malmö cuenta con una escena undeground semi-ilegal fuerte.Hay organizaciones anarquistas o culturales de izquierda en los que la gente se siente cómoda aun sin compartir todo lo que hagan: Puedes ir a tomar café a Glassfabriken, acudir a Utkanten a un concierto o una cena gratis a base de comida que los supermercados tiran o a una de las fiestas de Kontrapunkt, una organización de activismo cultural.

Y se me quedan en el tintero los museos y galerías de arte, la escena del graffiti, la de los grupos de música, el festival de la ciudad, los barrios ecológicos etc… Y todo esto es lo que yo me he enterado, sin hablar sueco y sin haber conseguido integrarme apenas en la vida de la ciudad.

Sin embargo para mucha gente dentro de Suecia, Malmö es sinónimo de crimen y problemas. Hay una alta tasa de inmigrantes, muchos de ellos sin trabajo. Hace un par de años hubo unos disturbios religiosos bastante importantes en el barrio de rosengård y también operan algunas mafias que a menudo cuando se atacan entre si. A los medios nacionales les encanta hablar de los problemas de integración en Malmö, de los crímenes y de las bombas. Según la percepción de gran parte de Suecia: Malmö es un caos. Yo en este tiempo aquí no he tenido nunca problemas ni sensación de inseguridad pero esta semana todo ha cambiado. Uno o varios tipos están disparando a gente por la calle, parece ser que a inmigrantes. Hoy al volver a casa me encontré mi calle cercada por la policía. Después de 4 crímenes esta semana, hoy habían intentado disparar a un ciclista, por suerte sin acertar.

Para Malmö este 2010 es un año importante. Se inaugura el Citytuneln, un pequeño metro que ademas de comunicar la ciudad entre si, también contribuye a crear una macro metrópolis con Copenhague. El 5 de diciembre será a la vez final de una etapa y principio de muchas otras cosas para esta ciudad en transformación. Por eso es triste que el 2010 también sea recordado por estos crímenes tan perjudiciales sobre todo para la percepcion de la gente que no vive aquí y no saben lo agradable que es la ciudad y la cantidad de cosas que pasan. Por desgracia Malmö seguirá representando el futuro que muchos suecos temen que llegue a sus ciudades.